Acerca de la libertad

     Desde que decidí abandonar el ejercicio de la música me liberé, por añadidura, de la pesada carga que complementa la carrera de un artista, y que no es, a su vez, la parte más agradable. Parte de esa carga es hacer entrevistas. Con los años fui perdiendo el gusto por tener que auto-promocionarme, hablar de mi, decir una frase elocuente u ofrecer un espectáculo interesante y digno tanto para el espectador/lector/escucha, así como para los propios periodistas o interlocutores. Pero ayer acepté, después de muchos meses, y volví a ser entrevistado. Lo hice porque era Gustavo Olmedo, que es un amigo de muchos años, pero sobretodo porque Olmedo es de una calidad de entrevistador a la que muy pocas veces tenemos la ventura de asistir; uno sabe a priori que la entrevista va a ser buena, que uno va a ser conducido para sacar y decir lo mejor de uno mismo, que la perspicacia y la inteligencia van a trazar el camino de la charla, y que en definitiva,  el resultado del encuentro va a estar cargado de riqueza. Gustavo sabe preguntar, pero sobre todo sabe escuchar. 

Esto pasó ayer, y hoy resuenan en mi fragmentos de la conversación, intitulada "transformaciones", que quería compartir en este blog. Compartiré a su vez el link del programa, creo que por ahora solo en formado podcast, cuando esté online.

Aquí, en una especie de máximas, algunas de las cosas que me quedaron en la cabeza. (Reproduzco la idea, no las frases ni palabras textuales porque me sería imposible, ya que soy Funes el in-memorioso):

- Nunca busqué ni el reconocimiento, ni la fama, ni el dinero. Mi única relación con el arte es vivirlo como un vehículo genuino y total hacia la libertad y la autorealización. 

- La música, en general,  perdió el sentido sagrado que conducía hacia la transformación personal y la de otros, para convertirse en una simple herramienta con fines materiales y mercantilistas. No así la pintura y algunos casos de la literatura. Tampoco el cine-arte. 

- Si dejamos a las personas solas en una casa, sin internet, sin celular, sin tv, y sin contacto con nadie más que consigo misma,  pero con todas las necesidades básicas cubiertas, de seguro el 95% de ellas terminaría en un estado de profunda depresión, psicosis, y hasta incluso suicidio. Son muy pocos los que en la soledad pueden encontrar también la felicidad y el regocijo, la riqueza de la vida y el sosiego. 

- Utilizamos compulsivamente las relaciones amorosas, de amistad o familiares, de la misma manera que lo hacemos con Netflix, las redes sociales, la pornografía, la comida, las ideologías; con la sola finalidad de ocultar nuestros miedos, frustraciones, inconformismo; nuestro miedo a la vida y a la muerte, nuestra aceptación de la muerte, nuestra aceptación de la impermanencia de las cosas. 

- Alguien debería escribir un libro sobre Catupecu Machu, probablemente de las pocas bandas de rock abstemias, que salían a tocar en completo estado de éxtasis y locura sin haber consumido más que agua. 

- Cuando digo que abandono la música para siempre lo digo con el mismo "para siempre" con que le dije a todas las mujeres que amé, que mi amor por ellas era eterno. Hay sentimientos que son profundos y que duran por siempre, incluso en su condición de impermanencia, incluso a sabiendas de que nada existe para siempre.

- Matar a Abril Sosa me ayudó a revelarme contra mi mismo, a sacudirme y cambiar, crecer, modificarme, saltar y soltar. No quiere decir que algo haya muerto, sino que algo siempre está naciendo. 

- La inocencia es mantenerse fresco. Ser inocente no significa no aceptar el paso del tiempo. La idea de ser un niño por siempre está mal interpretada y resulta absurda. Y muchas veces ridícula, como en el caso de las personas que se visten y piensan a los 50 como cuando tenían 20. En el arte y en la música, lo más importante es la frescura, por eso las mejores obras fueron, por lo general, concebidas cuando sus autores estaban transitando la veintena de sus vidas. 

- Acorde pasa el tiempo me doy cuenta que sé muy poco de las cosas en general. Que no tengo ninguna idea ni concepto muy marcados. No poseo grandes conocimientos. Pero hubo algo que desde muy pequeño tuve en claro, y es que mi mayor anhelo y mi verdadera meta es la libertad. Que no hay nada más sagrado que perseguir esa libertad. Yo llamo libertad a la consumación total de una vida sagrada o espiritual, en el sentido no teista de la palabra. 

-Trabajar el desapego es apegarse a él. 









Entradas populares